La contundente sentencia de una gloria de River: “Entre Borja y Cavani, me quedo toda la vida con Borja”

A los 77 años, continúa vinculado a la institución (NA)
A los 77 años, continúa vinculado a la institución (NA) ( /)

“Yo amo a River. Es mi vida, mi familia y yo siempre he luchado por esa casaca. No era agua, sino sangre lo que me salía de la camiseta”. Fiel a su estilo, Oscar Antonio Más refleja siempre lo que siente. Muchos más, si tiene que ver con el equipo de sus amores, donde fue muy feliz y se convirtió en uno de los máximos ídolos de Nuñez.

Popularmente conocido como Pinino Más, el ex atacante fue un temible goleador que vistió la casaca de La Banda en pasajes de las décadas del ‘60 y del ‘70, convirtiéndose en el segundo artillero de la historia riverplatense (detrás de Ángel Labruna) con 217 conquistas en 422 partidos. Durante sus dos etapas, primero entre 1964 y 1973 y luego entre 1975 y 1977, se ganó el cariño del público, siendo parte del plantel conducido por Angelito que se consagró campeón del torneo local, tras casi de dos décadas de sequía. “Estando en el Real Madrid, un día me llamó Labruna y me dijo: ´Venite para acá, que con vos y Roberto Perfumo somos campeones´. Volví y nos consagramos en 1975, luego de 18 años sin ganar títulos. Ángel fue un padre para mí”, contó el hombre de 77 años.

Más allá de su paso por el Millonario, Pinino tuvo “el orgullo y la satisfacción” de vestir la casaca del Real Madrid (1973/74), en una etapa en la que muy pocos argentinos se iban a jugar al exterior. “Estuve casi dos años. Me trataron bárbaro porque me porté bien en ese club. No seguí porque me querían vender al PSG, pero le pedí percibir el doble de sueldo y prima. No estuvieron de acuerdo, y al final hablé con Santiago Bernabéu para regresar a River”, remarcó en su momento el ex delantero que tiene una extensa trayectoria en el fútbol argentino, además de haber estado una temporada en el América de Cali (Colombia), donde marcó 38 tantos en 68 encuentros.

En una charla intima con Infobae, el Mono (su otro apodo) repasó su carrera con muy buenos pergaminos: su pasado en el equipo riverplatense, por qué se negó a fichar para Boca, el día que se enteró que fue vendido al Real Madrid y la relación padre-hijo que tuvo con Labruna. Además, se refirió al presente del Millonario y la chance del regreso de Marcelo Gallardo.

– ¿Qué es de tu vida, Oscar?

– Estoy trabajando con el Beto Alonso en River Federal. Llegan los contingentes desde el exterior y los tenemos que atender nosotros. La gente se va contenta. Primero ve el museo, y luego le hacemos una clínica deportiva por los quinchos. Lo importante es que la gente se vaya contenta. De salud estoy bien, por suerte.

– ¿Qué recordás de tu paso por el Millonario?

-River en este momento es mi casa y mi familia. Desde chiquitito me colaba con Carlitos, un vecino de mi casa, para ingresar al estadio. Me levantaba el alambre y pasaba yo, y después le levantaba el alambre y entraba él. Nos colábamos para ver a River. Soy re fanático, recontra. Me he peleado a las trompadas por River. Grito los goles en mi casa, fuese la hora que fuese, aunque no debería hacerlo para no joder a nadie. River es mi vida, mi familia y siempre he luchado por esa casaca. No era agua, sino sangre lo que me salía de la camiseta. Yo amo a River. Aparte, el club está quedando una maravilla y eso es gracias a los dirigentes, a Jorge Brito, a Matías Patanian y sus colaboradores.

-¿Por tu amor a River le dijiste que no a Boca?

– Sí, por supuesto. Por ser fanático de River no me pondría la camiseta de Boca, pero lo respeto. No quiero ofender a nadie, pero no jugaría porque me puse la camiseta de River y sería un dolor muy grande con la gente riverplatense ponerme la camiseta de Boca. Muero por River.

– ¿Cómo se dio el interés de Boca?

– Me llevó Juan Evaristo a probarme. Le dije: ‘Dejá, cómo voy a ponerme esa camiseta, estás loco’. Me respondió: ‘Andá a jugar un rato’. Me hicieron ingresar en el segundo tiempo. Teníamos un penal a favor y me pidieron que lo ejecutara: ‘Vení petiso, pegale vos’. Yo pensaba: ‘Si lo hago, me quedo acá. Si lo erro me voy’. Fui a patear, me resbalé con la pierna derecha y la pelota se fue cerca del palo derecho. El director técnico me dice: ‘Petiso, no hiciste el gol’. Le respondí: ‘Señor, me apoyé mal, lo quise asegurar’. Fue una picardía para no hacerlo. Soy un fanático mal de River. Tengo mucha gente amiga de Boca, pero no jugaría nunca ahí. Siempre respeté a su hinchada, le hice 16 goles y con mucho respeto nunca le canté un gol.

– ¿Si Boca te hubiera puesto un cheque en blanco, firmabas para jugar allí?

– No, no tiene nada que ver la plata, lo importante son los colores, no la plata. Decidí con todo respeto jugar en River. No terminé mi carrera ahí, sino en Remedios de Escalada. Pero me hubiera gustado terminar en River, obviamente.

Miguel Borja - Edinson Cavani
«Cavani es un jugador creativo dentro del área. Y Borja tiene todo lo que debe tener un delantero: picardía, es bicho, inteligente, capaz…», opinó Pinino (crédito EFE/@
cavaniofficial21/Instagram)

– ¿Por qué no se dio?

– Dejé el fútbol a los 43 años. Quise jugar, pero no se pudo. Y quise dejar el fútbol en otro club, porque no quería fracasar en River, quise despedirme con todos mis honores, ¿no?

– ¿Tomas dimensión de que jugaste en el club más importante del mundo?

– Estás hablando del Real Madrid. Sí, tomé dimensión de donde jugué. En 1971, cuando me vinieron a comprar con Santiago Bernabéu, no lo podía creer, te soy sincero. Rafael Aragón Cabrera, ex presidente de River, vino al vestuario y me dijo “Pinino, no jugás porque estás vendido”. Le respondí: “Don Rafael ¿me está haciendo un chiste?”. Me contestó: “No Pinino, está vendido al Real Madrid”. Fue como recibir un baldazo de agua fría y me puse a temblar. En el vestuario de River estaban Aragón y Bernabéu junto a sus colaboradores. Entonces, se me acercó Rafael y me presentó al presidente del Real Madrid, te juro que no lo podía creer. A la semana, viajé a España cuando compraron al alemán Günter Netzer y ahí empezó la historia de Pinino en el Madrid.

– ¿Te costó adaptarte?

-Sí, un poco. Pero cuando metí el primer gol empecé a agarrar confianza. Muy pocos jugadores llegan al Real Madrid. Creo que hice un gran esfuerzo y pude utilizar mi capacidad goleadora. Gracias a Dios, todo salió muy bien.

– ¿Cómo fue pisar el estadio Bernabéu?

– Una cosa de locos, un sueño. Estoy muy orgulloso, feliz de haber vestido esa camiseta blanca, que es una historia en el fútbol europeo. Que te venga a comprar el presidente del Madrid es una satisfacción enorme. Fui en 1971 y era un poco extraño. Pero en Europa cuesta un poco más habituarte. La gente me recibió muy bien. Nos presentaron con Günter Netzer en el Santiago Bernabéu con la presencia de 40 mil personas. Recuerdo que tuve que tirarles pelotas a los hinchas en las tribunas.

– ¿Te invitaron alguna vez del Madrid a participar de un evento?

– No me invitaron más. Igualmente, no estoy dolido, de ninguna manera. Voy a recordar toda mi vida el hecho de haber vestido esa camiseta; es mi orgullo y satisfacción. No tengo ningún rencor, ni tampoco estoy mal, al contrario, porque muy pocos jugadores llegan al Real Madrid.

– ¿Qué recuerdos tenés de Ángel Labruna? Fue quien te llamó para regreses a Núñez luego de tu paso por el Real Madrid.

– Fue un padre para mí. Una persona que me quería mucho, que sabía los jugadores que tenía. Te cuento una anécdota. Durante las charlas técnicas, él hablaba con mis compañeros y les decía ”vos marca acá, vos salí para allá”. Pero a mí se me acercaba y me decía: “Mono, hacé goles, nada más”. En 1975, cuatro fechas antes de la consagración de River, le dije: “Quédese tranquilo Ángel, que vamos a ser campeones’. Y me respondió: “¿Te parece Pinino? Creo en tu palabra”. Tenía eso, de creer en sus futbolistas. Fue un mago, muy vivo, inteligente y capaz. Fijate que todos los equipos que dirigió fueron campeones. Siempre lo voy a recordar con mucho amor.

– ¿Qué te parece el fútbol argentino en la actualidad?

– Estoy contento con la selección argentina, pero un poco bajoneado por River, porque las cosas no están saliendo bien en el último tiempo. River siempre será River, pero futbolísticamente no le están saliendo bien las cosas.

– ¿Por qué creés que tuvo un bajón futbolístico?

– Lamentablemente, cuando las cosas no se dan y los resultados no salen como el director técnico quiere, es complicada la situación, más con los jugadores que tiene River. Hay que pensar un poquito porque hay jugadores fundamentales en el plantel como Armani, Nacho Fernández, Borja, Paulo Díaz, que tienen que jugar siempre. Nacho está para un tiempo como Lionel Messi en la selección argentina, que ya lo dio todo. La camiseta de River y de Boca pesan muchísimo. Pero el nivel futbolístico lo tenés que demostrar y defender con esa camiseta, como la defendimos todos los que jugamos en River. Ojalá que sea un momento pasajero y que pase la realidad que todos queremos.

– ¿Tampoco ayuda a River que Boca haya avanzado a la próxima instancia de la Copa Sudamericana?

– No es lo mismo jugar la Copa Libertadores que la Sudamericana (risas). Pero uno desea que en la serie que River jugará contra Talleres salga favorecido. Talleres tampoco está bien futbolísticamente. River juega la Libertadores de manera diferente. Esperemos que las cosas cambien y darle a la gente millonaria lo que se merece. Los hinchas son pasionales. El hincha de River es ferviente. Hay momentos que la hinchada se pone furiosa y es entendible, pero creo que la situación va a cambiar.

– ¿Con la llegada de Gallardo?

– Marcelo fue un genio en River, sin dudas. Es un ser extraordinario y muy buena persona. Esto quiere decir que los técnicos que trabajan con él, van creciendo. En su primera etapa tuvo muy buen entendimiento con los jugadores, eso es importante. Por eso le dio tantos títulos a River.

– ¿Cómo observas a Boca desde lo futbolístico?

– Boca tiene un buen equipo y se le está dando al uruguayo Cavani. Arrastraba una pequeña lesión, volvió y metió goles. Eso le da a la gente de Boca mucha tranquilidad, también. Pero Boca a veces juega mal y otras bien, como River, según con qué equipo se enfrente. Todo el mundo hablaba de Argentinos Juniors y pegó un bajón también. El fútbol argentino es así, como el tobogán, baja y sube. Los grandes tienen buenos momentos y malos.

– ¿Con quién te quedás entre Borja y Cavani?

– Con Borja, que no te quepa ninguna duda. Borja tiene todo lo que debe tener un delantero: picardía, es bicho, inteligente, capaz, tiene todo para ser un gran goleador. Cavani tiene una gran actitud en el cabeceo y mucha personalidad.

– ¿No le encontrás otra virtud al uruguayo?

– No sé de qué juega Cavani, es un volante que llega. Es un jugador creativo dentro del área. Pero entre Borja y Cavani, me quedo con Borja, toda la vida.

– ¿Qué delantero del fútbol argentino se acerca a lo que fue Pinino Más?

– Ninguno, ninguno, yo fui el número 1. El Pinino Más fue único. Decime un jugador que haga 30 goles por año, no hay. Nadie lo hizo y yo lo hice. Es mucho. Yo convertía porque me tenía fe, mucha confianza, y sin dudas fui el número 1 de todos los tiempos. Adrián Maravilla Martínez, Ramón Sosa y Luciano Gondou son buenos delanteros. Pero acá el 1 fue Pinino Mas.

– ¿Hoy a River le falta un delantero con tus características?

– Yo te hablo de wing izquierdo. Borja se maneja por los tres sectores y eso es muy importante. Sí, le falta un wing izquierdo a River. Tiene de 9 a Borja y compró a Adam Bareiro.