Guillermo Moreno sigue adelante con las reuniones que tienen como objetivo central conformar un nuevo plan económico del peronismo. Ayer, entre las 19 y las 21, se reunió con economistas de distintas vertientes, en lo que fue el segundo encuentro llevado a cabo en las oficinas de Principios y Valores, el partido del ex secretario de Comercio, que funcionan en el segundo piso del Palacio Barolo, en pleno centro porteño.
En la reunión, en la que se sirvieron tortafritas, medialunas, chipá, galletas y café, hubo representantes de Máximo Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof. Se ausentó el diputado Itai Hagman, de Patria Grande, la fuerza política que lidera Juan Grabois, y el represente de Miguel Pichetto, el único dirigente de los involucrados que está afuera de Unión por la Patria (UP) y que coquetea con volver a formar parte de un armado peronista. Las ausencias fueron con previo aviso.
A la mesa de ayer se sumó Pablo Chena, un delegado del Movimiento Evita, que llegó a través del ex Jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina. Ese agregado, sumado a que falta una revisión del documento luego de una serie de modificaciones que se hicieron en los últimos días, generó un retraso en la culminación del plan económico. Después de los cambios propuestos desde los distintos sectores, los jefes políticos deben volver a leer el documento para levantar el pulgar definitivamente. Tiempos y formas que deben respetarse para que el acuerdo quede sellado.
En quince días volverán a reunirse las mismas personas en el mismo lugar. Moreno espera para ese entonces que las diferencias hayan sido limadas y que el documento pueda ser publicado con el aval de todos los sectores que participan. Sería una muestra de orden y consenso dentro de un esquema político que está disperso y sin un rumbo político claro.
El paso siguiente quizás sea más difícil que el primero. Deben acordar una hoja de ruta sobre qué se va a hacer con el documento. Cómo, cuándo y ante quién se va a presentar. La propuesta de Moreno es hacerlo ante las cámaras empresariales, la CGT y la representación del FMI en Argentina. Mostrarlo como un plan de acción establecido de la fracción opositora más grande. Ese punto aún no está acordado y es quizás uno de los temas más complejos para lograr el acuerdo final.
El ex funcionario K tiene en claro que el documento se presentará más temprano que tarde, con el consenso de todos, de algunos o de ninguno. En el peor de los casos será un texto que lleve el sello de su partido. Pero, a esta altura, la situación parece ser otra. Está encaminado el acuerdo para que todos avalen el documento económico, pero los líderes de cada sector deben definir si acompañan o no la propuesta de Moreno respecto a la presentación ante esos tres sectores.
“Todos hicieron un esfuerzo para encontrar un documento común. No hay ninguna estrategia política consensuada. Lo que debe definirse es el esquema en el que se va a ser público. Un acuerdo económico genera la posibilidad de un acuerdo político. Pero esa no es la prioridad ni la intención en esta instancia”, explicó el ex secretario de Comercio a Infobae.
Durante las últimas semanas Moreno se reunió o estuvo en contacto con Máximo Kirchner; el ministro de Desarrollo a la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, en representación del gobernador Axel Kicillof, y con José Ignacio de Mendiguren y Eduardo Setti, que son la voz de Sergio Massa en la mesa económica. Las tres patas más fuertes de UP. Con Cristina Kirchner lleva varios años sin hablarse y ese silencio en el vínculo sigue vigente. Ahora la relación es con su hijo.
A todos con los que habló les manifestó lo mismo. Que lo importante es hacer foco en lo económico y no en lo político. Que la posibilidad de confluir en un armado electoral está vigente, teniendo en cuenta que el proceso es más factible si hay un acuerdo sobre el plan económico. Pero que, en el caso de darse, será en una instancia mucho más adelante. Solo les planteó la posibilidad de construir lo que Moreno denomina como la “Confederación Justicialista”, que sería una nueva estructura peronista que contenga a todos los partidos y frentes.
“Hay que darles libertad a los gobernadores e intendentes, que tienen otro marco de negociación. Los pones en un compromiso. Ellos tienen la necesidad de la gestión, del día a día. Pero nadie se sintió excluido”, expresó Moreno a este medio, respecto a la ausencia de representantes de esas dos terminales políticas, de gran trascendencia dentro del esquema peronista.
El ex funcionario considera que, en el caso de que el gobierno de Javier Milei fracase, “el peronismo está en condiciones de presentar un programa económico” y que si llega a existir una convocatoria a una asamblea legislativa – hipótesis sembrada y alimentada por el propio Moreno -, la fuerza política tiene candidatos posibles.
“Estamos preparados ante el fracaso del Gobierno. Estamos preparados por si pasa. Si pasa, hay un programa económico y hay candidatos. Hace cinco meses no había ninguna de las dos cosas. El peronismo es el único espacio de la oposición que tuvo un avance notable”, señaló. Mientras tanto sigue activando, desde su rincón y a su manera, el debate interno del peronismo en este tiempo en la oposición. Una voz presente en llano. Una voz que, más allá de la cantidad de adhesiones y el impacto del contenido que dispersa, ocupó un lugar en la agenda política.