Lázaro Báez volvió a Santa Cruz. El empresario se trasladó por tierra, luego de recibir la autorización de la Justicia, y seguirá cumpliendo su condena en El Calafate, pudo confirmar Infobae con fuentes judiciales y de su familia. Tras su detención en 2016, solo había regresado para el entierro de su madre, en 2018.
El traslado se mantuvo en reserva y finalmente se concretó este viernes.
En febrero, Báez había pedido permiso ante el Tribunal Oral Federal 4, que lo condenó por la ruta del dinero K y ahora lo está juzgando por la compra de un campo en Uruguay, pero tuvo que esperar cinco meses. El tribunal le pidió opinión a la Fiscalía y ordenó un informe a la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica, que ahora está bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, sobre las condiciones sociales y ambientales del lugar ofrecido, y para saber si durante el traslado se podía mantener el monitoreo de la pulsera electrónica.
Infobae reveló este miércoles que el traslado ya estaba autorizado y solo dependía del clima en el Sur. “Ya está autorizado, depende de las condiciones climáticas y la disponibilidad de logística”, respondió una fuente de Tribunales. Aunque primero se mencionó una dirección en Río Gallegos, finalmente el empresario volvió a El Calafate. “Está en la casa de la Costanera”, confirmó una fuente de la familia.
Esa casa fue allanada por el fiscal Guillermo Marijuan en 2016. Está ubicada en la calle Néstor Kirchner al 2800. En su interior, los investigadores encontraron un ascensor, y dos espacios ocultos que obligaron a romper paredes. En ese momento tenía cinco habitaciones y la misma cantidad de baños. En los armarios, no había ropa: sólo toallas dobladas, con las etiquetas puestas. Los investigadores la bautizaron como la “casa del ascensor”.
Los detalles de la mudanza se mantuvieron en reserva. En Tribunales no querían que se repita algo similar a lo que pasó en 2020, cuando el empresario intentó mudarse a una casa en un barrio privado de Pilar. En ese caso, la filtración de la noticia activó una reacción de los vecinos que obligó a buscar otro destino.
Desde entonces, Báez cumplió su arresto domicilio en una casa del partido de San Vicente.
Ahora vivirá en El Calafate con su nueva pareja, Claudia Noemí Insaurralde, aunque muy cerca de sus cuatro hijos.
La judicial del empresario es cada vez es más compleja. Primero fue condenado a 12 años por la llamada “ruta del dinero K”, aunque luego la Cámara de Casación redujo la pena a 10 años, y luego sumó otra condena de 6 años por el caso Vialidad. Y en junio de este año el Tribunal en lo Penal Económico 3 lo condenó a una pena de 3 años y 6 meses de prisión por apropiación indebida de los aportes de sus empleados en Austral Construcciones y otras empresas.
Además, está siendo juzgado por la compra del campo “El Entrevero”, en Uruguay. Ese juicio está en etapa de alegatos se retomará luego de la feria judicial. La Unidad de Información Financiera (UIF) y la AFIP, los organismos del Estado que actúan como querellantes, pidieron que Báez sea condenado a 9 y 7 años de prisión, respectivamente. Los montos de las penas sorprendieron a todos.