“Viene Francos, sí”, dice Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, parado con parte de su equipo en Galerías Pacíficos. Es uno de los mandatarios provinciales que viajó de urgencia a la Ciudad de Buenos Aires para intervenir en las discusiones con el Gobierno por la Ley Bases y Puntos de Partida Para la Libertad de los Argentinos (Ley Ómnibus). El dirigente santafesino vuelve a sacar su celular del bolsillo de su saco y confirma el dato sobresaliente de la tarde: el ministro del Interior de la Nación, Guillermo Francos, se hizo presente en la cumbre convocada por los jefes provinciales de la UCR, el PRO y algunos peronistas no kirchneristas, entre quienes se destaca el cordobés, Martín Llaryora. Faltan 10 minutos para las 19, hora del cónclave, y Pullaro luce traje con una corbata de rayas celestes y blanca. No lo inquietan los cerca de 32°C. Al igual que sus colegas, acostumbra a resistir calores, presiones y ajetreos de la gestión.
Minutos después de las 18:30, Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, y Nacho Torres, gobernador de Chubut, ya están por el Consejo Federal de Inversiones (CFI), lugar donde se citaron. En el séptimo ya estaban Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes). Sobre la hora llegaron Marcelo Orrego (San Juan) y Llaryora. El peronista fue la pata que le sumó mixtura el cónclave, que sino hubiera sido exclusivo del elenco del ex Juntos por el Cambio (JxC).
Francos arribó al CFI a las 18:52. Vino de forma intempestiva y hermética. Tanto como que algunos gobernadores se enteraron minutos antes de la reunión. 40 minutos después, el ministro del Interior se había retirado. Su presencia había sido solicitada por los gobernadores para discutir detalles de la Ley Ómnibus en la previa a sesionar. El funcionario se apersonó, escuchó a los gobernadores, intercambió ideas y se retiró apurado a una entrevista. “Estamos trabajando”, se limitó a decir al salir, ante la consulta de la prensa.
Los puntos centrales que motorizan la reunión, anticipada por Infobae, son el debate sobre los fondos que exigen los gobernadores para compensar la pérdida en las recaudaciones provinciales que implicó la quita de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias por parte de Sergio Massa, durante su gestión como ministro de Economía. Ante los desacuerdos en la discusión en particular del articulado, el Gobierno pateó el tablero el viernes cuando comunicó la decisión de sacar el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus. Eso implicó retirar puntos molestos para los gobernadores, como retenciones al agro y la industria, el blanqueo. Pero también implicó sustraer la ley que reinstauraba el Impuesto a las Ganancias.
Los gobernadores quedaron desconcertados por esa decisión, comunicada por Luis Caputo, ministro de Economía, en conferencia de prensa en el alba del fin de semana.
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