Tether es una criptomoneda emitida por la empresa Tether Limited. Nacida como una stablecoin, se afirmaba en un principio que cada token estaba respaldado por un dólar estadounidense, sin embargo, varias polémicas han puesto este punto sobre la mesa.
Tether fue la primera stablecoin en existir. Fue lanzada en el 2014 por el empresario Reeve Collins; el inversor de bitcoin, Brock Pierce; y el desarrollador, Craig Stellers. Desde entonces se ha convertido en la más importante por capitalización del mercado.
Originalmente tether estaba disponible a través de Omni Layer, pero ahora se puede acceder a ellas en varias blockchains. Con la aprobación de Tether Limited, se puede alternar entre USD y Tether, un mecanismo que ayuda a mantener el anclaje de la stablecoin.
La red de Tether Limited a su vez es controlada por los propietarios del exchange de criptomonedas Bitfinex, que fue acusado por la Fiscalía de Nueva York de usar fondos de Tether para cubrir 850 millones en fondos faltantes desde mediados de 2018.
Precio de Tether
El costo de la criptomoneda de Tether a las 08:30 horas (UTC) de hoy es de 0.998875 dólares por unidad.
Esto quiere decir que el activo digital sufrió un cambio del 0.0% en las últimas 24 horas, así como una variación del -0.01% en la última hora.
Actualmente, Tether se encuentra en el lugar #3 de popularidad en el mercado digital. Cabe mencionar que el máximo histórico que ha alcanzado esta criptodivisa es de 1.21549 dólares por unidad.
Cómo opera una moneda virtual
Una moneda virtual es un medio digital de intercambio que no existe físicamente y que usa un cifrado criptográfico para asegurar la integridad en sus transacciones, al tiempo que mantiene un control en la creación de sus nuevas unidades.
El bitcoin fue el primero en ser lanzado al mercado y luego le siguieron otras que igualmente han tenido gran relevancia como litecoin, ethereum, IOTA, tether, cash, ripple, decentraland, incluso unas nacidas de memes como dogecoin.
Las criptomonedas tienen diversos elementos que las hacen únicas: el no estar controladas por ninguna institución; no requerir de terceros en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean modificadas.
Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.
Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el hackear esta seguridad es posible pero difícil, pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.
Cómo adquirirlas
Para comprarlas e intercambiarlas se puede a través de portales especializados. Su valor varía en función de la oferta, de la demanda y del compromiso de los mineros, por lo que puede cambiar más rápido que el dinero tradicional, pero mientras más gente esté interesada y quiera comprar determinada divisa, mayor será su valor.
No obstante, quien invierte en este tipo de monedas digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.
Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos sólo guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.