La Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora en Venezuela, anunció este sábado que tendrá una participación de carácter técnica en el simulacro electoral convocado por el chavismo para este domingo. En un comunicado, la agrupación explicó que su adhesión parcial al evento promovido por el oficialismo tendrá por objetivo “evaluar algunos aspectos del proceso” que se llevará a cabo de manera oficial el próximo 28 de julio, cuando tenga lugar la votación para elegir al próximo presidente.
Su participación se realizará por medio de los equipos parroquiales y no se convocará a ninguna movilización de los seguidores hasta estos puntos aunque “cualquier ciudadano que quiera participar”, con el fin de informarse “sobre el desarrollo del proceso y la manera de votar (…) puede hacerlo”, agrega la nota.
En los últimos días, el régimen de Nicolás Maduro convocó a todas las agrupaciones políticas que participarán de los venideros comicios a sumarse al simulacro que se realizará en las próximas horas, desde temprano en la mañana. Según informó el Consejo Nacional Electoral, hay 21.620.705 personas habilitadas para votar, distribuidas en 15.800 espacios, aunque mañana solo estarán habilitados unos 1.174. En cualquiera de ellos, los venezolanos podrán acercarse y votar con su cédula de identidad.
Previo al simulacro, el sociólogo y director en Ciencias Políticas, Héctor Briceño, advirtió que “86% de los centros electorales -equivalentes a 12 mil y tantos centros de votación que, a su vez, contienen más de 18 millones de electores- tienen algún tipo de nivel de riesgo” de quedar bajo las estrategias del oficialismo. Éstas “provienen de múltiples fuentes pero todas convergen en obstaculizar, amenazar, entorpecer el libre ejercicio de la votación que merecen y que tienen garantizados los electores”, continuó explicando.
Sumó, además, que los principales puntos débiles se encuentran en el Distrito Capital, Bolívar y Carabobo, aunque no se descartaron sospechas de fraude en los municipios fronterizos del país.
A raíz de esto, la decisión no fue adoptada, en un primer momento, por el candidato antichavista Edmundo González Urrutia, como tampoco lo fue la propuesta para un acuerdo de reconocimiento del resultado de las elecciones, por considerar que se trata de maniobras del chavismo para fortalecer su maquinaria de fraude. Asimismo, la disidencia señaló que todas las propuestas del pacto están contempladas en el Acuerdo de Barbados, al que Maduro suscribió pero viola a menudo.
Se trata de un pacto “impuesto unilateralmente” y no “de un diálogo respetuoso”, dijeron Urrutia y el candidato disidente Enrique Márquez al negar su firma.
Desde el Palacio de Miraflores cargaron contra su postura y hasta acusaron a la oposición de estar tramando actos desestabilizadores para atentar contra el proceso democrático. Sin ir más lejos, este jueves el jefe del equipo oficialista para los comicios y presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, denunció que la PUD planea “acciones violentas” para la jornada de votación de julio por medio de la jefa de campaña del partido, Magalli Meda, y el coordinador electoral de Vente Venezuela, Humberto Villalobos.
Ambos se encuentran asilados en la Embajada de Argentina en Caracas, ante las órdenes de detención emitidas en su contra, y desde allí estarían ideando toda la secuencia.
“Es un plan para apostar motorizados en los megacentros de votación, sobre todo en los que ellos tienen mayor caudal electoral… ellos van a generar desorden en sus centros de votación y van a tratar de generar actos vandálicos, actos criminales contra personas en los centros de votación de sectores populares (en los que el chavismo presume mayor respaldo)”, dijo Rodríguez.
(Con información de EFE)