Fue una promesa. Si Sheynnis Palacios, la candidata nicaragüense a Miss Universo, ganaba, los artistas Kevin Laguna, conocido como “Vink”, y Oscar Parrilla Blandón, “Torch Místico”, pintarían un mural en su honor. Y ganó. Y comenzaron a pintar el mural en la pared de una casa de Estelí, con el permiso de su dueña.
Nunca lo terminaron.
“Hasta ahí quedó el mural. Tuvimos la intención de terminar, cumplimos con nuestra palabra, pero las autoridades no permitieron continuar”, expuso Torch Místico en su cuenta de Tik Tok con una imagen del mural a medio pintar.
El 21 de noviembre, solo tres días después que la nicaragüense se coronara como Miss Universo, policías vestidos de civil intimidaron a los jóvenes artistas mientras pintaban el mural. Los obligaron a borrar la imagen con brochazos de pintura blanca y momentáneamente los dejaron libres. Luego los apresaron y desde entonces es poco lo que se sabe de ellos.
Laguna y Parrilla son víctimas de los bandazos del régimen de Nicaragua en torno a la figura de Sheynnis Palacios. En cuestión de horas, el gobierno nicaragüense pasó de las felicitaciones y el “regocijo” por el triunfo de la joven como Miss Universo, a perseguir y reprimir su entorno y los festejos de su victoria.
A la medianoche del sábado 18 de noviembre de 2023, la noche que se coronó Palacios, una delegación de altos funcionarios de la alcaldía visitó con flores la humilde vivienda de la familia de la reina de belleza, y al día siguiente el Consejo de Comunicación y Ciudadanía, instancia a cargo de la vicepresidente y esposa de Daniel Ortega, Rosario Murillo, publicó una nota de celebración por el triunfo nicaragüense.
“Nicaragua celebra con legítimo orgullo y alegría la coronación de Miss Universo para su bella representante, Sheynnis Palacios Cornejo”, dice la nota. “Nos unimos al justo regocijo de Sheynnis, su familia y nuestro pueblo, y al festejo de Centro América al alcanzar nuestra región, por primera vez, ese trono de la hermosura y el talento de nuestras mujeres y de nuestras laboriosas y humildes comunidades”.
Sin embargo, pocas horas después el régimen cambió radicalmente su posición, en un viraje que algunos atribuyen a dos hechos que sucedieron tras el triunfo de Palacios: los festejos populares en las calles esa medianoche y las fotos de cuando la nueva Miss Universo participó en las protestas de 2018 que circularon en redes sociales.
El régimen detuvo primero, y acusó de traición a la patria y desterró después, al esposo y al hijo de Karen Celebertti, la hasta entonces dueña de la franquicia de Miss Nicaragua. Su familia solo pudo salir de prisión cuando Celebertti renunció a la franquicia nacional del concurso de belleza.
Asimismo, la Policía encarceló a Geovany López Acevedo, un tiktoker partidario del régimen conocido como Tropi Gamer, quien pidió respeto para la nueva Miss Universo.
“A Rosario Murillo le hago una petición, hablo en nombre de Nicaragua: que, por favor, envíen a Sheynnis Palacios a una conferencia de prensa al Canal 13, y que sea entrevistada por todos esos presentadores que se mofaron y hasta le hicieron bullying a la chavala por vender buñuelos”, publicó López Acevedo el domingo 19 de noviembre, poco antes de ser apresado.
El arresto de los muralistas Laguna y Parilla fue otra señal de que el régimen no toleraría ningún reconocimiento a Sheynnis Palacios.
La Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), denunció el 20 de junio en su cuenta de X, que Kevin Laguna se encuentra secuestrado bajo condiciones inhumanas y sin atención médica, y que los malos tratos comenzaron desde el día de su secuestro, el 21 de noviembre de 2023.
“El preso político Kevin Laguna Guevara lleva más de 210 días detenido en el Sistema Penitenciario La Modelo. Se encuentra recluido en condiciones infrahumanas y sin atención médica para constatar su estado de salud. Además, sufre torturas psicológicas”, denunció el organismo.
De acuerdo con el relato de la UDJ, Laguna fue llevado a las celdas policiales del Distrito III de Managua “donde, entre más de 20 policías, le cortaron sus rastas y se burlaron de él. Le dejaron solo tres rastas”.
“Es inaceptable que las autoridades criminalicen la expresión artística pacífica y persigan a quienes ejercen su creatividad en beneficio de la sociedad. La defensa de los derechos humanos y la promoción de la diversidad cultural son fundamentales para la construcción de una sociedad justa y democrática”, expuso por su parte el Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas en un comunicado.
Alexandra Salazar, coordinadora de UDJ, dice que se conoció que los artistas fueron condenados a cinco años de prisión por el supuesto delito de “odio y rebeldía contra la patria” sin que esa figura legal exista en el Código Penal nicaragüense.
El proceso de Laguna y Parilla fue tramitado de manera conjunta y ejecutado en secreto. “No se conoce el expediente judicial, el número de expediente judicial, y ni siquiera la acusación, el nombre de la autoridad judicial, la sentencia y los cargos exactos que se le imputaron a ambos”, señala la organización que trabaja en la defensa de personas presas políticas.
“Lo poco que se conoce, sin tener certeza sobre su contenido, es que tuvieron dos audiencias, una en diciembre de 2023 y el juicio en enero de 2024. Ello pese de que el proceso penal nicaragüense consta de cuatro audiencias principales con reos detenidos: preliminar, inicial, juicio oral y público, y lectura de sentencia. Las presuntas dos audiencias fueron realizadas a través de videollamadas, de modo que ambos propuestos beneficiarios la recibieron estando en un salón de la prisión La Modelo, mientras que la parte acusadora, el defensor público y las autoridades judiciales estaban en un Complejo Judicial, lo cual impidió toda comunicación entre los propuestos beneficiarios y sus abogados”, añade.
