Luego de que se desatara una pelea entre bandas barriales en la zona oeste de Rosario, un adolescente de 16 año fue baleado a la altura del abdomen. Por este motivo, el joven tuvo que ser trasladado de urgencia hacia el Hospital Centenario, en donde permanece internado bajo monitoreo médico.
Otro hecho de violencia fue registrado en el Departamento de Rosario, cuando un enfrentamiento entre bandas se desató en la calle Los Chingolos y la avenida El Ómbu, ubicadas en la localidad de Pérez. Aparentemente, la batalla campal fue protagonizada por dos grupos enemigos que se moverían en la zona del barrio Cabín 9.
Según lo que reconstruyeron los investigadores de la Fiscalía de Flagrancia, todo habría comenzado cuando una de las partes comenzó a tirar piedrazos hacia la otra banda. El segundo grupo se encontraba armado, por lo que no dudaron en abrir fuego y provocar que la víctima, identificada como Agustín M., terminara herido.
Acto seguido, el menor de edad fue trasladado hacia el hospital más cercano por el personal médico del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES). De acuerdo con la información publicada por Rosario 3, la lesión del joven no presentaba un riesgo de muerte pero, por el momento, continuará hospitalizado y bajo observación.
Horas más tarde, se conoció que un joven de 22 años había sido apuñalado después de que se desatara una pelea durante un partido de fútbol que se organizó en Polichiso al 1.300 bis del barrio Empalme Graneros, ubicado en el noreste de Rosario.
A pesar de que no se determinó el origen de la gresca, desde la Gendarmería Nacional lograron identificar al agresor como un adolescente de 17 años que había concurrido al lugar con un arma blanca entre sus pertenencias. De esta manera, le provocó varias heridas cortantes en el tórax y en el mentón, por lo que la víctima tuvo que ser trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA).
Previo a esto, otro adolescente de 15 años fue asesinado en la calle Guatemala 2.300 por dos sicarios cuando viajaba como pasajero en un auto Volkswagen Gol, de color negro, que funcionaba como remis. El joven fue identificado como uno de los “campanas” de un operativo que buscaba liberar a un preso internado en el Hospital Provincial y que terminó con el crimen del policía Leoncio Bermúdez.
El menor de edad fue identificado como Braiton Nicolás Villa luego de que fuera trasladado de urgencia al HECA, debido a que recibió tres disparos a la altura del tórax. “Cuando ingresó se le colocaron drenajes. Como estaba inestable, se lo trasladó al quirófano. Mientras se le hacía la cirugía, falleció. Tenía lesiones graves”, dijo a Radio 2 Laura Taljame, subdirectora del hospital.
Según pudieron reconstruir los investigadores, Villa viajaba en el asiento del acompañante junto a Pablo César D., un hombre de nacionalidad brasileña, quien lo asistió al pedir auxilio en un control policial ubicado en 27 de Febrero y Perú. Asimismo, el conductor tuvo que ser asistido en el Hospital Centenario, ya que una de las balas se había alojado en su rodilla izquierda.
Los agresores se movilizaban en una moto y, aparentemente, seguían al vehículo con la intención de robarles, pero se dieron a la fuga luego de que no pudieran perpetrar el crimen. No obstante, la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones no encontró vainas servidas en el lugar del ataque, ni rastros de sangre ni se tomaron testimonios que dieran cuenta de un ataque en el contexto de un asalto, una clara contradicción a lo que dijo el chofer.
Por este motivo, la fiscal a cargo del caso, Gisela Paolicelli, ordenó que el teléfono celular del conductor sea secuestrado, para ser sometido a pericias, con la intención de encontrar datos que esclarezcan la situación. De la misma forma, el vehículo también quedó a disposición de la Justicia para futuros análisis.