El día que el Superagente 86 creyó estar en la Argentina: “En la tierra del tango y el churrasco”

“¡Max, hay algo que acabo de recordar! El Aeropuerto de Ezeiza se encuentra en Buenos Aires”. Encerrada con el Superagente 86 en una cárcel de algún lugar del mundo, la Agente 99 cree dar en la tecla: “Sí, por supuesto, todo encaja bien”, dice Maxwell Smart y empieza a atar cabos: “Aeropuerto de Ezeiza, el calor, el largo viaje, el hombre llamado ‘Gaucho’… 99, esto puede producirte un shock, pero creo que estamos en mi Buenos Aires querido. Bueno, después de todo, nunca lograrán hacer tonto a Maxwell Smart”, concluye, sin saber que efectivamente así estaba quedando.

La emblemática serie El Superagente 86 sorprendió en su momento al parodiar las sagas de espías durante la Guerra Fría y en uno de sus episodios más populares llevó a sus protagonistas a una ficticia Argentina. En Supersonic Boom, perteneciente a la tercera temporada, los agentes de CONTROL son engañados por sus némesis de KAOS, quienes les hacen creer haber llegado a la tierra del “tango y del churrasco”, aunque en realidad nunca abandonaron Washington.

El triste final de Edward Platt, el jefe de Superagente 86
El Superagente 86 y La 99 junto con El Jefe, en la oficina de CONTROL

El 18 de septiembre de 1965 marcó el debut de la serie en la cadena NBC, creada por los entonces novatos Mel Brooks y Buck Henry. Allí se presenta a Maxwell Smart, el Super Agente 86, interpretado por Don Adams, como un agente secreto voluntarioso pero un tanto torpe, acompañado de la Agente 99, rol que encarnó Barbara Feldon.

La productora Talent Associates, tras el éxito de la serie East Side/West Side, apostó por una producción que continuara con su tendencia innovadora y contratando a Brooks y Henry, nació el concepto de CONTROL, la organización de inteligencia para la cual trabaja Smart, y su rivalidad con KAOS, una representación cómica del KGB soviética. La serie fue un éxito, otorgándole a Adams tres premios Emmy consecutivos como Mejor Actor -un récord en ese tiempo- y recibiendo otros galardones por Mejor Serie de Comedia, Mejor Guion y Logro Direccional.

El 18 de septiembre de 1965 marcó el debut de El Superagente 86 en la cadena NBC,
El 18 de septiembre de 1965 marcó el debut de El Superagente 86 en la cadena NBC,

Así, la narrativa se enriqueció con dispositivos de comunicación extravagantes como el zapatófono y tramas que referenciaban otras grandes películas de espías manteniendo el amor y la dinámica laboral entre los agentes 86 y 99 como eje central.

El programa no solo rompió moldes con su humor sino también con la representación de la Agente 99, un personaje femenino inteligente y capaz, en una era menos inclinada a esos tales roles. La salida de Henry tras la tercera temporada desencadenó un declive que finalizó con la cancelación de Super Agente 86 en NBC, aunque una breve resurrección llegó de parte de CBS para una quinta temporada. Don Adams dirigió el primer episodio de esta última temporada, que vio una disminución en la calidad narrativa conduciendo a la cancelación final del show. A pesar de su fin, la serie se mantuvo a través de repeticiones, y diversos eventos posteriores buscaron resucitar su espíritu cómico, aunque sin replicar el éxito original.

Super Agente 86
El 86 y la 99, en una antigua postal tomada en 1970 en el set de Get Smart (Photo by Gabi Rona) (Photo: mptvimages.com/)

Pero el éxito en los países hispanohablantes ocurriría gracias a un condimento particular, como las menciones, entre otras, al “tango y al churrasco”, que resultaron ser un ingenioso agregado del actor mexicano Jorge El Tata Arvizu, quien prestó su voz para el doblaje de la serie en español, dándole un sabor local.

Así volvemos al episodio Supersonic Boom, el sexto de la tercera temporada, se emitió en un contexto donde el país era reconocido como uno de los mayores consumidores de carne al año, además de registrarse un auge en la cultura del tango. Así, pese a las exageraciones propias de la comedia, la serie refleja aspectos claves de la identidad cultural argentina, que hasta el día de hoy se reproducen y son parte del imaginario colectivo global.

Mientras se retan a una pulseada, Maxwell y El Jefe (interpretado por Edward Platt) se muestran asombrados de que durante más de una semana no haya ocurrido algún problema con KAOS. Basta que lo piensen nomás, para que apenas unos minutos después, una bomba supersónica activada a unos 10 kilómetros de allí impacte contra la oficina de CONTROL. Tras salir de los escombros se muestran asombrados por lo sucedido, ya que como aclaran se encuentran “a 10 pisos bajo tierra”.

El Superagente 86 logra salir del encierro, para luego descubrir que no se encontraba en la Argentina
El Superagente 86 logra salir del encierro, para luego descubrir que no se encontraba en la Argentina

En ese instante suena el teléfono y les advierten que al día siguiente la transmisión de TV será interrumpida por un mensaje de KAOS. Allí se les explica que de no recibir la organización 50 millones de dólares en menos de 48 horas, será destruida la ciudad de Nueva York. Así, Max y la 99 comienzan su recorrida a la espera de localizarla.

De forma involuntaria, como en varias oportunidades durante la serie, logran llegar a la oficina secreta, instante en que son detenidos y atados, mientras una persona a la que denominan El Gaucho, amenaza con dispararles. “Quiero que el señor Smart creas que la bomba está en Sudamérica, porque estoy seguro que llamará a su jefe y les dará este dato”, explicaría entonces quien se encuentra al frente de la operación.

Tras vendárseles los ojos a Max y la 99, son llevados al denominado “cuarto de simulación” donde los suben a un falso automóvil en el que les aclaran que su destino es el aeropuerto internacional. Tras sentarlos en asientos de avión y simular un vuelo les aseguran que llegaron a Ezeiza y los encierran en un calabozo, momento en que la 99 recuerda que Ezeiza queda en Buenos Aires.

Sin dudarlo, Max toma el zapatófono y llama al Jefe: “Estamos en la tierra del tango y del churrasco, en la Argentina”, ante lo que desde CONTROL les avisan que enviarán todas las fuerzas disponibles.

Don Adams
Una de las últimas apariciones de Don Adams y Barbara Feldon juntos. fue durante la entrega de los premios televisivos TV Land Awards en 2003 (Photo by Kevin Winter/Getty Images) (Kevin Winter/)

Minutos después logran salir de allí, aún pensando que están en la Argentina y con un acento que intenta ser porteño, el Superagente intercepta a un hombre al que consulta: “El palacio de Gobierno, viejo amigo, decime donde se encuentra el palacio de Gobierno”, aunque lamentablemente su interlocutor le aclara que no habla español, lo que comienza a hacerlos dudar, hasta que finalmente entienden que nunca fueron más allá de Washington. La mentira deja un sabor amargo a Max, quien expresa: “Me habían dado ganas de comer churrasco”.

De vuelta en la oficina secreta en que se encontraba la bomba supersónica, luego de una lucha encarnizada, Max logra dar por tierra con los planes de KAOS y se comunica con El Jefe nuevamente para avisarle de que logró desbaratar el plan, aunque como nada puede salir de forma perfecta, sin quererlo toca uno de los botones y otra bomba supersónica haría estragos en la oficina de CONTROL.

La serie fue un éxito en todas partes del mundo y en la Argentina cosechó varias generaciones de fanáticos. A la fallida llegada del 86 y la 99 en la ficción, la serie en sí tuvo un trunco desembarco. En 2004, Telefé estrenó la versión argentina de La Niñera, reemplazando a la norteamericana Fran Drescher por la local Florencia Peña. La fórmula funcionó y en ese contexto el canal avanzó en las tratativas de sumar una nueva comedia a su grilla. La elegida fue El Superagente 86. Para el papel principal el convocado había sido Julián Weich, quien había terminado la conducción de Trato Hecho en esa pantalla apenas unos meses antes. Sin embargo, el desembarco quedó trunco.