Luego de confirmarse que la nadadora transgénero Lia Thomas no podrá participar en los Juegos Olímpicos de París 2024 por la decisión del TAS, una ex compañera de la atleta lanzó un duro comentario en sus redes sociales y también reveló su experiencia en los vestuarios. Se trata de Paula Scanlan, quien no acepta la presencia de deportistas trans en las diversas disciplinas.
Scanlan aceptó a los funcionarios deportivos al señalar la decisión del miércoles de negarle el permiso a Thomas, de 25 años, para competir en eventos femeninos en los Juegos Olímpicos, pero planteó un reparo en su cuenta de X: “Está bien, pero ¿alguien se va a disculpar por obligarnos a desvestirnos con él 18 veces por semana?”
Thomas había competido previamente en el equipo de natación masculino antes de cambiar al equipo femenino en el otoño de 2021. Dicha situación provocó un singular recuerdo para Scanlan, que contó que compatir los vestidores con Thomas fue traumático para ella como sobreviviente de una agresión sexual.
“En general, los baños eran un lugar en el que me sentía muy incómodo”, dijo en 2023 en testimonios consignados por New York Post. “Simplemente reviviría la situación por la que pasé cuando tenía 16 años”.
Scanlan describió la presencia de Thomas como “increíblemente incómoda”, y no sólo para ella. Sus compañeras nadadoras recurrieron a cambiarse en los baños familiares por el bien de su privacidad, dijo.
“Estaba en mi casillero y de repente escuchaba una voz masculina y simplemente saltaba”, recordó Scanlan. “Pensé: ‘Dios mío, alguien entró aquí. Es increíblemente vulnerable”, añadió. “Durante semanas tuve pesadillas en las que había hombres allí mientras nos vestíamos”, destacó.
Thomas, quien hizo la transición de género mediante terapia hormonal después de competir durante tres años en el equipo masculino de natación de la Universidad de Pensilvania, dominó el campo de las mujeres biológicas para convertirse en la primera persona abiertamente trans en ganar un título de la División I en 2022 de la National Collegiate Athletic Association (NCAA), la entidad rectora del deporte universitario.
El ascenso de Thomas provocó un apasionado debate nacional en los Estados Unidos sobre si era justo que los atletas biológicamente masculinos que cambiaban de género compitieran en ligas deportivas para mujres. Luego hizo una demandas contra World Aquatics (WA), el organismo rector mundial de los deportes acuáticos, incluida la natación, para lograr marcha atrás de su política de 2022 que le impide a los atletas que pasaron “cualquier parte de la pubertad masculina” competir en la categoría femenina, según The Guardián.
El asunto fue juzgado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), el organismo internacional con sede en Suiza para resolver conflictos que se an en el mundo del atletismo de alto nivel. La entidad explicó su decisión en un documento dde 24 páginas y expuso que “Thomas simplemente no tenía derecho comprometerse con la elegibilidad para competir en competencias de WA”.
En un comunicado, World Aquatics promocionó el fallo como “un gran paso adelante en nuestros esfuerzos para proteger el deporte femenino”. La entidad rectora planteó que está “dedicada a fomentar un entorno que promueva la justicia, el respeto y la igualdad de oportunidades para los atletas de todos los géneros y reafirmamos este compromiso”.
Como era de esperarse esto no satisfizo a Thoas, quien esgrimió que la decisión del TAS es un llamado a la acción para que las mujeres trans “luchen por nuestra dignidad y derechos humanos”.