Un estudio reciente refuta la creencia popular de que cerrar aplicaciones en dispositivos iPhone optimiza la duración de la batería y mejora el rendimiento del smartphone.
Según los expertos Rongjun Ma, Henrik Lassila, Leysan Nurgalieva y Janne Lindqvist, esta práctica no solo es innecesaria, sino que podría incluso ralentizar el dispositivo al tener que abrir las aplicaciones desde cero nuevamente. Este hallazgo esclarece una de las prácticas más comunes entre los usuarios de Apple.
El método habitual entre dueños de iPhone para cerrar aplicaciones consiste en deslizar hacia arriba en la interfaz multitarea, accesible mediante el botón ‘Home’ en modelos más antiguos, o con un gesto ascendente desde la parte inferior de la pantalla en los dispositivos más recientes.
La costumbre, arraigada en el uso cotidiano de estos teléfonos inteligentes, ha sido cuestionada por la investigación, la cual apunta que, contrariamente a la creencia de acelerar el dispositivo, el proceso de apertura desde cero de las ‘apps’ conduce a un mayor tiempo de espera para el usuario.
A pesar de que la acción de cerrar aplicaciones no conlleva las ventajas esperadas en términos de eficiencia y ahorro de energía, el equipo de investigadores identificó un beneficio inesperado al eliminar las pestañas abiertas en los navegadores web.
El cierre de múltiples pestañas se traduce en una disminución del estrés para los usuarios que se sienten abrumados al visualizar un gran número de ellas en su navegación diaria.
Cómo cuidar la batería de cualquier iPhone
Uno de los componentes más sensibles de un iPhone es la batería. No solo porque puede estar expuestas a cambios de temperatura producto del proceso de carga o la exposición a la luz solar, sino porque su deterioro puede afectar directamente a la cantidad de horas que el dispositivo puede funcionar de forma autónoma.
Un cuidado correcto puede hacer la diferencia entre una batería que se agota rápidamente y necesita un cambio temprano, y otra que se mantiene saludable, por lo que cada usuario puede realizar diferentes acciones que puedan ayudar a preservar lo más posible el mejor estado de este componente:
Usar cables de carga adecuados
Con la inclusión del puerto USB de tipo C en los nuevos modelos del iPhone los celulares de Apple pueden ser cargados con los mismos accesorios que un celular con el sistema operativo Android, Sin embargo, aunque este sea el caso, también es posible que los usuarios recurran a cables sin certificación adecuada o que no sean los correctos.
Dos cables USB de tipo C no necesariamente son exactamente iguales pues no en todos los casos estos tienen la misma capacidad para transmitir energía del enchufe a la batería del iPhone.
Cuidar la temperatura del iPhone
El aumento de temperatura es el principal enemigo de las baterías del iPhone pues no solo afectan a estos componentes, sino que si se expone también a la cámara, sensores, chips y otras partes del dispositivo, estos también pueden arruinarse y posiblemente no volver a funcionar como se hace normalmente.
Ya que son expuestas directamente al la energía eléctrica, las baterías tienen una tolerancia de su temperatura entre los 0° centígrados y los 35° centígrados y aunque es posible usar los celulares mientras están conectados a une fuente de energía, es recomendable no ahacerlo pues algunas aplicaciones pueden elevar la temperatura del dispositivo.
No recurrir a la carga rápida todo el tiempo
Si bien la función “carga rápida” del iPhone es una característica que permite que el ciclo de carga no tarde demasiado tiempo en completarse, no es recomendable que los usuarios recurran a esta característica, pues al usarlo están permitiendo que la energía del enchufe pase con mayor potencia por el cargador y hasta el celular.
Es preferible que solo se utilice este modo de carga en casos de emergencia cuando se quiera acelerar el proceso debido a que se cuenta con un tiempo reducido para hacer esto.