Marcelo Polino es parte de Fátima, el espectáculo más visto en esta temporada en Mar del Plata, el cual está protagonizado por Fátima Florez. Minutos antes de subirse al escenario para darle forma a una nueva función, atendió la llamada de Teleshow y confirmó su participación en la final del Bailando (América). Es que desde que encaró esta obra, su lugar en el jurado del reality show está siendo ocupado por Aníbal Pachano.
“Sí, voy a estar en la final. Lo habíamos acordado con Marcelo Tinelli: nos saludamos para Año Nuevo y me preguntó si iba a estar. Y le dije que sí, que obvio, que cómo no iba a estar. Fue un año divino, la pasé súper. Así que termina la función de este domingo y me voy directamente. Salgo del teatro y agarro la ruta”, cuenta Polino.
“Yo soy el más antiguo de todos en el jurado, esta es mi temporada número y fue la primera vez que se extendió hacia el año siguiente, porque nunca vamos más allá del 21 de diciembre. Se dio así porque también empezamos tarde. Pero fue un año espectacular, de los que más me reí, terminé varias veces descompuesto de la risa. La verdad que estoy muy contento”, agrega al respecto.
Por otro lado, cuenta desde adentro lo que le provoca el suceso Fátima. “Desde que arrancamos que tenemos localidades agotadas. Es como una isla, un oasis en esta temproada. Todas las funciones llenas, llenas, llenas. De hecho, hemos invitado a colegas que se han tenido que sentar en el piso porque no había más lugar ni para agregar una silla. Así que estamos súper felices, es un suceso increíble. Lo que pasa todas las noches en el teatro es tremendo”, remarca.
A la hora de analizar el éxito de la obra, Polino marca dos razones: “Fátima es una mega artista y está el condimento de que es la novia del presidente y la gente la quiere ir a ver. Y por otro lado, Guillermo Marín metió una producción increíble, tanto que el teatro parece un estadio. De hecho, yo lo cargo a Marín y le digo que me tengo que poner protector solar para venir a trabajar de lo fuertes que están las luces, de la cantidad que hay”.
Pese a que se conocen hace mucho tiempo (”Somos amigos hace como 20 años, nos miramos y nos conocemos”), esta es la primera vez que trabajan juntos. “Hace mucho que queríamos hacer algo con Fátima y nunca se daba, porque uno iba para un lado y otro para el otro. En la obra tenemos un momento especial en el que yo le hago preguntas. Porque me sale el periodista y quiero saber qué hizo en la semana, adónde viajó, lo que hizo… Lo que surge en el momento, siempre con mucho respeto”, dice.
Polino firmó el contrato para ser parte de Fátima antes de las elecciones presidenciales de 2023. “Ella ya era la novia de Milei, pero no era la novia del presidente, lo que obviamente lo hace especial. Fátima es mi amiga y yo a ella la veo feliz con su novio. Y a mi me gusta que ella esté feliz”, dice el periodista, testigo presencial de uno de los momentos más especiales de la temporada, cuando el presidente argentino subió al escenario de la obra para dar un mini discurso y darle un beso de lengua a su novia.
“Estuvo muy bueno cuando vino Milei. Y hasta el día de hoy, a Fátima la cargo por el beso que se dieron en el escenario. Él estuvo muy simpático. Terminó la función, fue al backstage a saludar a todos, fue súper amable. Básicamente lo que se vio en cámaras, no hubo mucho más que eso. A mi me cayó bien, para mi es el novio de mi amiga. Lo vi en ese momento y fue súper buena onda. Pero no tengo vínculo con él porque nosotros vinimos muy pocos días después de que asumiera como presidente. Lo vi cuando vino y nunca más”, dice Polino.
La obra seguirá en Mar del Plata hasta marzo, con funciones de martes a domingo (los fines de semana, con doble función). Y si bien hay planes de que se extienda hacia otros destinos, por ahora los protagonistas disfrutan de este éxito. “Hay muchos planes, pero estamos disfrutando de este momentazo. Está todo agotado todos los días, es una fiesta”, dice.
En cuanto a su rutina en la ciudad feliz, no se ve muy alterada con respecto a la que lleva en Buenos Aires. “Yo trabajo y voy a mi casa. Soy muy tranquilo, no salgo nunca. Los lunes me quedo en el hotel y no salgo de ahí. Yo no tomo sol, no voy al aire libre. Todos me cargan porque siempre estoy en el hotel con doble blackout, la ventana cerrada. Los fines de semana terminamos muy tarde y la verdad que no me quedan muchas más ganas de nada. A lo sumo como algo tranquilo en el hotel y chau. Pero no salgo a ningún lado”, cierra Polino entre risas.