Hace 210 años, precisamente el 17 de mayo de 1814, un hecho histórico provocó el fin de tres siglos de dominación española en el Río de la Plata y dio lugar al nacimiento de la Armada Argentina, que este viernes celebra un nuevo aniversario de su creación.
Se trata del Combate Naval de Montevideo, donde la incipiente “Escuadra Naval” al mando de Guillermo Brown derrotó a las tropas realistas ubicadas en la Banda Oriental -las cuales aún tenían el control del río– logrando así un triunfo que terminó por consolidar la revolución emancipadora comenzada en mayo de 1810.
El hito fue de gran trascendencia dado que sucedió en un contexto en el que las Provincias Unidas del Río de la Plata se encontraban trabajando en su unificación y organización. Un proceso que estaba trabado y sin posibilidad de prosperar debido a que las aguas todavía se encontraban en manos de España.
Si bien sus fuerzas navales estaban sitiadas por tierra en Montevideo, estas lograban abastecerse a través de su puerto y todavía representaban una amenaza a las aspiraciones del gobierno patrio en Buenos Aires.
La victoria de la escuadra en la batalla fue calificada por los historiadores como determinante y estratégica: tuvo lugar entre los días 14 y 17 de mayo de 1814, cuando los españoles ya se encontraban asfixiados por tierra debido a una serie de acciones previas que allanaron el camino a este triunfo naval. Además, hubo otras que le sucedieron con el objetivo de afianzar la derrota española de modo irremediable.
Los avances terrestres de los días anteriores habían estado a cargo de las tropas comandadas por el General Alvear. Estos fueron reforzados por los soldados de Guillermo Brown, que el 20 de abril habían procedido a bloquear el puerto, dejando preparada así la escena para el combate final.
En este marco, las fuerzas realistas improvisaron tripulaciones y se movilizaron hacia el río con la intención de romper con el bloqueo naval. Las acciones tuvieron su origen con la zarpada de la flota española desde Montevideo, al mando del Capitán de Navío Miguel de la Sierra.
Ante esta situación, Brown hábilmente simuló su retirada mar afuera con el objetivo de alejar del puerto al enemigo. Una vez logrado su cometido, cambió rápidamente de rumbo, acorralándolos contra la costa y entablando la batalla.
El clima y las horas de oscuridad obligaron a interrumpir varias veces las acciones bélicas, pero al reanudarse las tripulaciones españolas se encontraban cada vez más debilitadas. Para la noche del día 16 de mayo, la Escuadra Patriota ya había logrado quedarse con tres de sus naves.
A partir de entonces el combate se convirtió en una fuga de los vehículos del rey hacia Montevideo, puerto al que no lograron acceder debido a las acciones previas realizadas por las tropas de Brown en el continente.
La victoria fue rotunda y definitiva. Según los expertos, se trató del hito que facilitó el proceso para lograr la independencia de América. Es que a partir de la derrota de las tropas, se había logrado la eliminación total del poder español en el Río de la Plata, que hasta entonces era muy difícil de navegar: la Isla Martín García constituía un punto estratégico en el control del acceso a los ríos interiores, Paraná o Uruguay.
Asimismo, se considera que la victoria naval en Montevideo permitió a las Provincias Unidas del Río de la Plata emprender la Campaña de los Andes, liderada por el General José de San Martín. De acuerdo a los registros históricos, el prócer consideró el combate como el “hecho más importante de la revolución americana hasta el momento”, reconociendo la importancia de la victoria de Brown y sus marinos.
Este suceso, en la práctica, causó el nacimiento de lo que hoy se reconoce como la Armada Argentina, que cada 17 de mayo celebra un nuevo aniversario.